sábado, 24 de agosto de 2013

Reunion de consejo pastoral parroquial en comunidad San Elías y Medalla Milagrosa , Paso Piedra





En uno de los días más frios del año nos encontramos abrazados por el fueguito entibiador de la salamandra de la capilla San Elías y Medalla Milagrosa en la comunidad rural de Paso Piedra para compartir una reunion de consejo pastoral parroquial.
Estas reuniones que hacemos con la periodicidad del ritmo de la vida estan integradas por referentes de las pequeñas comunidades cristianas y de las distintas expresiones de la pastoral (pastoral Penitenciaria; Ayuda Inmediata y servicio de arropamiento; Espacio de Educacion Informal; Hogar parroquial de ancianos; Hogarcito de paso).
La vida necesita de encuentro y procuramos justamente encontrarnos para a la Luz del Evangelio , integrando la guía del Documento de Aparecida , la exhortacion post sinodal diocesana y la realidad que vamos viviendo en los distintos ordenes de la vida diocesana , parroquial, barrial , familiar ... ir tomandole el pulso a las situaciones que acontecen y alentar procesos desde el evangelio. Ser espacio de dialogo y conversion parroquial de aquellas cosas que se instalan y no estan inspiradas en el amor ni en los valores del Reino o de aquellos esquemas pastorales que estan caducos en su vigencia. Ser espacio de proyeccion o reproyeccion de respuestas. Ser espacio de apuntalamiento a quienes van rengeando. Ser espacio de celebracion de las "buenas noticias".
 
Les compartimos el contenido de la oracion que marco el arranque de la reunion y sobre lo que fuimos reflexionando , evaluando y proyectando vida:
 
Reflexión-Oración
Lectura de Evangelio del día :  San Mateo 22,34-40.
Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en ese lugar,
y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?".
Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu.
Este es el más grande y el primer mandamiento.
El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas".
Iluminación del Documento de Aparecida
Conferencia General del episcopado latinoamericano y del Caribe, 2007
382. El Espíritu ha puesto este germen del Reino en nuestro Bautismo y lo hace crecer por la gracia de la conversión permanente gracias a la Palabra y los sacramentos.
383. Señales evidentes de la presencia del Reino son: la vivencia personal y comunitaria de las bienaventuranzas, la evangelización de los pobres, el conocimiento y cumplimiento de la voluntad del Padre, el martirio por la fe, el acceso de todos a los bienes de la creación, el perdón mutuo, sincero y fraterno, aceptando y respetando la riqueza de la pluralidad, y la lucha para no sucumbir a la tentación y no ser esclavos del mal.
384. Ser discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos, en Él, tengan vida, nos lleva a asumir evangélicamente y desde la perspectiva del Reino las tareas prioritarias que contribuyen a la dignificación de todo ser humano, y a trabajar junto con los demás ciudadanos e instituciones en bien del ser humano. El amor de misericordia para con todos los que ven vulnerada su vida en cualquiera de sus dimensiones, como bien nos muestra el Señor en todos sus gestos de misericordia, requiere que socorramos las necesidades urgentes, al mismo tiempo que colaboremos con otros organismos o instituciones para organizar estructuras más justas en los ámbitos nacionales e internacionales. Urge crear estructuras que consoliden un orden social, económico y político en el que no haya inequidad y donde haya posibilidades para todos. Igualmente, se requieren nuevas estructuras que promuevan una auténtica convivencia humana, que impidan la prepotencia de algunos y faciliten el diálogo constructivo para los necesarios consensos sociales.
385. La misericordia siempre será necesaria, pero no debe contribuir a crear círculos viciosos que sean funcionales a un sistema económico inicuo. Se requiere que las obras de misericordia estén acompañadas por la búsqueda de una verdadera justicia social, que vaya elevando el nivel de vida de los ciudadanos, promoviéndolos como sujetos de su propio desarrollo.
 
Extractos de la Exhortación Pastoral Post-Sinodal
Obispado de Viedma , 1985
 
8.0. La Iglesia-comunidad, en la medida de su fe pascual, es germen de vida y liberación integral. Desde el corazón de la comunidad cristiana el Espíritu de Amor y Vida del Resucitado irrumpe en la historia humana. Según el plan divino debe llegar a todos los "tejidos" estructurales de la sociedad, para matar cuantos gérmenes de muerte atentan contra la plenitud de la vida humana, dignificada por la liberación en Jesucristo. Es la misión de la Iglesia-comunidad, fermento de salvación liberadora, en medio de los pueblos, a través de los tiempos.
La Nueva Civilización del Amor es la meta concreta, actual, de la misión parroquial, convertida en comunidad de comunidades para vivir la verdad de familia de Dios en la Iglesia particular Rionegrina.
Si los cristianos, con la fuerza del Resucitado, no somos capaces de construir una sociedad más justa, fraterna y solidaria -la Civilización del Amor- no tenemos derecho a decirnos seguidores de Jesús. 8.1. La Iglesia es el "pueblo" que por su fe en Jesucristo muerto y resucitado, reconoce y acepta su vocación pascual histórica. Su tarea consiste en convertirse en un signo vivo, en la luz que ayude a los demás hombres (L.G. 1.13) a apropiarse de la Pascua de Cristo, a dar el paso de la muerte a la vida, de situaciones inhumanas e indignas a humanas y dignas.
Esto implica, a su vez, el "paso" de egoísmos oprimentes a la liberación de corazones que aman y construyen un mundo, anticipo del cielo nuevo y tierra nueva (2 Pe. 3,13) en que todos estamos llamados a vivir en convivencia pacífica.

 
 

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